Es extraño, habíamos hablando tan bien, tan fluido, todo gracioso y ella riéndose tirando la nariz para arriba tan para arriba que se la quería bajar pero algo me decía que si lo hacía me iba a morir o caer en coma. Y ella no me iba a levantar porque seguro que se reía mientras me estrellaba en el asfalto crudo y me arrastraban cómo un idiota con tu imagen en la frente, pegada cómo un ancho de espada. Si sacaba la lengua se iba a dar cuenta de todo y yo no puedo con tanto, menos con su miradita de ojos verdosos. Su miradita inquieta, su miradita compacta, su miradita vehemente, su miradita adictiva, su miradita de sé más que vos, su miradita que es una espada, su miradita que perfora, su miradita martillo hidráulico, su miradita terremoto.

algo

me quedo expectante

de si algo saldrá

entre las baldosas

del monoambiente

si en una rendija

de repente un tallo

si la flor de cerámica

o las hojas

de hormigón

si es verde

mejor si es verde

si brota

flores amarillas

me acuesto a ver si

aunque sea late

si puedo esperar algo

siento mi latido contra el suelo

tamborcito

tuc tuc

está frío

cómo mañana de verano

el sol asomando

la luz quizás

haga crecer

al ser que yo quiero

kierodame

kierodame

un verde césped

de placeres digitales

touchscreen

ilumina mi cara

aceleran2

pensamientos extraños

ocultados en un bazar

sin elefantes

cristalería

que cubre el líquido

donde salen mis imágenes

puta comida carne palta

sánguche de marihuana

En las miradas mis pensamientos pero cómo flechas. Mis pensamientos oscuros, los gritos ahogados de mi cabeza eyectados por las miradas, se clavan fríos en mi cuerpo y me matan lento. No sangro, me congelo progresivamente, mi cuerpo tirita del frío de las cuevas. Tiembla y amaga con partirse pero hay una parte que no agarra. No quiere matarse, quiere que sufra. Que mis músculos se congelen pero mi corazón lata así siento el dolor del desgarro, de la inmovilidad. Pesado por los glaciares de mis entrañas me paseo, malherido. La ciudad me oprime con su ruido metálico, que raja mis hielos, los hace chirriar. Rebota en mi cabeza el sonido maleante y me pesa. Me raya, los cortes son superficiales. No puedo sangrar por el hielo. Patino en mi propia pista, no puedo tocar el aire ni la tierra.

AFRK

la méticaestéticismo

economizante

de los brazos

furiosos

de la inteligencia dominante artificial

AI for everybody

for future humanity

comprometida con salvar el

H2O en AFRIK

rebotes

de ciclos financistas

en trajes verdes

de neoprene

se estiran sin romper los ritmo s

of european patriarchy

jews question

on marx revolution

socialismo en cuba

fracaso en oriente

la campaña militarizante de reagan

conquistó la guerra de las galaxias

planetas de transformers

modelos hombres máquina

posando en láminas de metal

autos chocados por el sol

derretidos en arrogancia

ratio

Entre rejas desenvuelta

la madera

la flor

el pasto donde las hormigas

tejen sus caminos de miniatura

el montículo que es su casa

la magnificencia de lo coordinado

aunque el humo amenace

se mantiene

el verde que limpia mi vista

recibe a mi cuerpo en colchones de energía

tectónica

meciéndose sobre lava vestigio de estrellas

fuerza marrón

cubierta de

costra grissssss urbanísitica

metropolística

racionality’s project

de color verde quiero ser

¡Ah! quien pudiera recorrer

feliz y danzante

esos prados estelares

a millones de años luz

quiero trazar una recta en el espacio

a tu corazón verde y pululante

quiero conquistar la tierra

destruir nueva york

que los yankis no me maten

esta vez el victorioso soy yo

quiero respirar por las orejas

y besar con mis ojos de mosca

arrastrarme con mis tentáculos babosos

ser superior de otro planeta

quiero encerrar pequeños y rosados humanitxs

en una celda apenas habitable

rociarle los líquidos

productos de mi ciencia avanzada

corre humanito

siempre estarás bajo mis garras

te construí las pirámides

para que me alabes

esperes mi vuelta

mi descenso de la nave platillo

con rosas y laureles

especias de la india

y flores de yucatán

¡Ojalá fuera yo más prudente! ¡Ojalá fuera tan profundamente astuto como la serpiente!
Pero pido imposibles. Por eso pido a mi orgullo que camine siempre junto a mi prudencia.
Y si un día la prudencia me abandona -¡ay, le gusta escapar!- ¡que mi orgullo vuele junto a mi locura!


Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra.